El Condón, definicion y uso correcto (Video Instructivo).
Beneficios del Sexo.
El tamaño del pene y sus complejos
No se conoce la procedencia histórica de la preocupación masculina por el tamaño de su pene. Puede que sea esta una obsesión ancestral o quizás fuese sólo tras la conquista del estado de bienestar, cuando los hombres comenzaron a considerar la importancia de esta cuestión.
¿El tamaño importa?
Sea como fuere es obvio que el tamaño del pene hoy día sigue siendo una preocupación que afecta a un número considerable de hombres. A pesar de la insistente información que existe al respecto y de los intentos de desmitificación de las bondades de un pene de grandes dimensiones, parece ser que la frase "el tamaño no importa" no ha calado lo suficientemente hondo en la psique masculina.
Prueba de ello es el elevado volumen de consultas que aún hoy se realizan sobre este tema a urólogos, psicólogos, páginas Web y manuales de sexología. Por si queda alguna duda de que este problema sigue vigente hoy día, observemos cómo siguen proliferando los remedios milagrosos para aumentar el tamaño del pene.
¿Por qué nos preocupa?
En una sociedad en la que de alguna manera damos por sentado que el símbolo máximo de la masculinidad es el pene, se concluye que un pene mayor es sinónimo de una mayor virilidad.
No es extraño que en momentos de la historia donde la investigación científica al respecto no fue tan exhaustiva como la actual, la mitología en torno a esta relación tamaño del pene-masculinidad fuera predominante. Sin embargo, ¿cómo se explica que en un momento en el que la ciencia es en occidente una religión en auge siga proliferando esta falsa creencia?
La respuesta tiene que ver con el tabú y la desinformación que subsiste en torno al sexo en la llamada era de la información. Por un lado, es elevado el número de hombres que desconocen las dimensiones consideradas normales. A esto se suman las comparaciones erróneas con otros penes vistos en revistas o películas eróticas.
No ayudan en absoluto los exagerados alardes de algunos amigos que ridiculizan un pene inferior a 20 cm. ni las alusiones a la idoneidad de un buen tamaño en las relaciones sexuales que se escuchan en series de televisión, películas y anuncios, influencia que se incrementa cuando estos mensajes parten de bellísimas mujeres que sólo vemos en las pantallas.
Cabría mencionar que algunos padres inducen al trauma psicológico a sus hijos en la infancia, al comparar su pene con el de otros niños de su misma edad. Al respecto parece ser que la mayoría de hombres creen que serían más felices si tuviesen un pene mayor del que tienen, por más que el tamaño de este sea más que normal.
En la raíz de todos estos motivos se encuentra un mismo sentimiento, el temor a no estar a la altura en las relaciones sexuales, de no gustar a nuestra pareja sexual, de ser considerado poco “hombre”. Pero, ¿son consecuentes estos miedos con lo que piensan las mujeres al respecto?
A pesar de que la ciencia ha demostrado que el tamaño del miembro masculino (dentro de unos límites de normalidad) no está relacionado con el placer que obtiene la mujer en el coito, ¿qué piensan ellas?
¿Una obsesión sólo de los hombres?
Ante la pregunta de si le dan importancia al tamaño del pene de sus parejas sexuales, la mayoría de mujeres manifiestan que este no es relevante para ellas, salvo que sea excesivamente pequeño. Al parecer, las mujeres consideran mucho más relevantes otras características de los hombres, que el tamaño de su falo.
Sí es cierto que al igual que los hombres bromean sobre algunas características físicas de las mujeres, ellas hacen lo propio en un tono distendido para referirse al tamaño del "pito" de algún hombre con un pene mucho mayor de lo habitual.
No es menos cierto que a la hora de la verdad, ellas no eligen a sus parejas sexuales de acuerdo al mayor o menor tamaño de sus miembros, sino que tienen en cuenta muchas otras características como atractivo físico, simpatía, honestidad, intimidad, apoyo, comprensión y/o amor.
La conclusión es que efectivamente la citada obsesión es casi exclusiva del hombre. En la mayor parte de los casos de insatisfacción con el tamaño del pene, ésta no parte de una queja de la pareja sexual sino del deseo de uno mismo de poseer un pene mayor.
¿Cuándo es un problema?
En la mayoría de los casos el verdadero problema en relación con el tamaño del pene, no es tanto que no se posea un miembro capaz de satisfacer a tu pareja sexual, sino más bien la percepción errónea de un tamaño anormalmente pequeño. Como explica el doctor brasileño Celso Marzano, urólogo y terapeuta sexual:
La mayoría de los hombres insatisfechos con las dimensiones de su pene, se encuadran dentro de las siguientes condiciones:
Pene de tamaño normal, adecuado para su función.
Pene de tamaño normal, en un hombre alto con un pene proporcionalmente pequeño.
Pene de tamaño normal, “escondido” parcialmente por el aumento de grasa, común en obesos.
Pene de tamaño normal, en que una porción excesiva de prepucio fue retirada durante la circuncisión.
Esta percepción errónea del tamaño de un pene que en la mayoría de los casos es normal y perfectamente funcional para realizar el coito, provoca una notable falta de autoestima y confianza en uno mismo. Estos déficits sí son realmente un problema.
Teniendo en cuenta además que las dimensiones de nuestro miembro son las que la genética ha tenido a bien regalarnos, preocuparse en exceso por algo que no podemos cambiar, no es muy buena idea. Es más adecuado utilizar estos recursos en la gratificante tarea de aceptarnos tal como somos.
¿Cuál es el tamaño del pene normal?
En España un estudio de la Asociación Española de Andrología publicado en Febrero de 2001 estableció que la longitud media del pene en erección es de 13,58 centímetros, correspondientes a un diámetro de 3,82 centímetros. La medición se realizó a 582 varones de raza caucásica y edades comprendidas entre los 22 y los 75 años. Este trabajo fue coordinado por el Dr. Javier Ruiz Romero.
Tras este estudio Ruiz Romero informó de que “hasta ahora considerábamos micropene o pene patológico a aquel que tenía una longitud de 9,3 cm. de largo en su máxima extensión, pero a raíz de este estudio, se considerará el que esté por debajo de 7,1 cm.”
A la vista de estos resultados se determina que más del 95% de los españoles gozan de un pene perfectamente funcional. Además de esto un 80% de la población tiene un pene de longitudes comprendidas entre los 11 y los 16 cm. Teniendo en cuenta que la mayoría de vaginas femeninas tienen una profundidad entre 9 y 12 cm, ¿para qué serviría un pene mayor?
Vale la pena recordar que el tamaño del pene en reposo no es en absoluto relevante, a no ser para un exhibicionista, ya que es en el estado erecto cuando el pene ejerce su función.
Cuando el tamaño sí es un problema
Podemos considerar como un verdadero problema de tamaño aquellos penes cuya longitud no sobrepase en erección los 7 cm. En tales casos recibe el nombre, como hemos visto anteriormente, de “micropene”.
Tal patología obedece normalmente a un problema hormonal o genético y, según explica Ruiz Romero, “en una proporción elevada de casos responde satisfactoriamente al tratamiento hormonal”.
El mercado está lleno de diferentes métodos que se ofrecen con desigual eficacia para aumentar el tamaño del pene.
Cremas, bombas de vacío, ejercicios...
En los últimos tiempos, ha proliferado este tipo de métodos (cremas, bombas de vacío, ejercicios, masajes y aparatos "elongadores") que aseguran ser efectivos para aumentar el tamaño del pene. Todos ellos se ofrecen como alternativa sencilla, eficaz, “barata” e “indolora” a la cirugía.
Lamentablemente, la promesa hoy por hoy es lo único que puede ofrecer este tipo de productos “milagrosos”. No van más allá de ser placebos y caros así como dolorosos en algunos casos. Carecen de investigación científica que los avale puesto que no tienen posibilidad de presentarla.
Cirugía
La cirugía es hoy por hoy el único método de alargamiento peneano moderadamente eficaz. En cuanto a los riesgos de la intervención, el doctor Hennie Ross de la universidad de “El Cabo” afirma que son los mismos que existen en cualquier intervención.
“Existe el peligro de una infección en la herida o de una hemorragia, pero son elementos consustanciales a cualquier cirugía. En ningún caso se trata de una operación de alto riesgo”, dice Ross.
Según este doctor la duración aproximada de la intervención es de 45 minutos. La recuperación, en cambio, requiere un período de entre 4 y 6 meses. El incremento medio de la longitud que se consigue mediante estas intervenciones es de unos cuatro centímetros.
Sin embargo, existen algunos detractores de las intervenciones quirúrgicas. El Doctor brasileño Celso Marzano, urólogo y terapeuta sexual, advierte de que existen casos en los que se han producido complicaciones por daños en estructuras adyacentes, provocando impotencia, desensibilización o procesos de cicatrización que provocan una mayor disminución del tamaño del pene, además de malos resultados estéticos.
Sea como fuere, nosotros nos permitimos recomendarle que tenga una visión realista del tamaño de su pene y sólo aconsejaríamos valorar la conveniencia o no de operaciones quirúrgicas en aquellas personas con “micropene”.
Por supuesto toda norma puede tener excepciones, en cualquier caso si decide someterse a cirugía plástica con fines únicamente estéticos, asesórese correctamente y tenga cuidado con las sobre-expectativas que pueda tener al respecto.
Conclusión
Como hemos visto en este artículo la mayoría de los casos de insatisfacción con el tamaño del pene pueden ser resueltos con una orientación sexológica adecuada. Al respecto, la orientación sexológica tiene un papel muy relevante no sólo para mejorar la autoestima y conducir al individuo a que se acepte como es, sino también a la hora de orientar al cliente en la estrategia más adecuada a seguir en relación con su insatisfacción.
Por último, a la hora de combatir el miedo al rechazo de su pareja sexual, le recomendamos que use el tiempo empleado en preguntarse si está lo suficientemente dotado, en descubrir qué es lo que siente su pareja, qué le agrada, qué le desagrada y qué le hace alcanzar el clímax. Descubrirá seguro que este tiempo empleado en tal menester es mucho más eficaz.
El Condón: definición y uso correcto (Video Instructivo)
Un condón es una funda delgada de látex (un tipo de caucho) que se utiliza sobre el pene. A menudo, se los llama también "preservativos".
El condón evita que el semen ingrese en la vagina. Se coloca sobre el pene cuando está erecto. Se desenrolla totalmente hasta la base del pene mientras se sujeta la punta del condón para dejar un poco de caucho libre. De esta manera, habrá espacio para el semen después de la eyaculación y las probabilidades de que el condón se rompa serán menores.
Después de la eyaculación, el hombre debe sujetar el condón en la base del pene mientras lo retira de la vagina. Debe retirarlo cuando el pene aún está erecto para evitar que se le salga el condón cuando pierde la erección. De lo contrario, el semen podría entrar en la vagina.
Los condones usados se tiran en la basura, no en el inodoro. Una vez que un condón ha sido utilizado, no se puede volver a utilizar. Se debe utilizar un condón nuevo cada vez que se tienen relaciones sexuales. Y es necesario utilizarlo desde el principio hasta el final de la relación para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual. Nunca utilices lubricantes a base de petróleo, tales como aceite mineral, vaselina o aceite para bebés, con los condones porque estas sustancias pueden descomponer el caucho. Y si un condón parece seco, pegajoso o rígido cuando lo retiras del envase, o si ya pasó su fecha de vencimiento, deséchalo y utiliza uno nuevo. Es conveniente tener más de un condón a mano por si hay un problema con uno de ellos. El lugar ideal para guardar los condones que no has usado es uno fresco y seco.
En el transcurso de un año, aproximadamente 15 de cada 100 parejas que utilizan únicamente condones para evitar los embarazos tendrán un embarazo accidental. Por supuesto, éstas son cifras promedio y la posibilidad de un embarazo depende del uso correcto de este método cada vez que se tienen relaciones sexuales. El uso de espermicida junto con los condones proporciona una mayor protección contra los embarazos, en especial si el condón se sale o se rompe durante el acto sexual.
La mayoría de los condones están hechos de látex. Los fabricados con intestino de cordero ofrecen menos protección contra algunas enfermedades de transmisión sexual, entra las que se encuentra el VIH. Por eso es que se recomienda el uso de condones de látex. También se fabrican condones de poliuretano para las personas alérgicas al látex.
Si se utilizan correctamente, los condones de látex y de plástico son eficaces contra la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual. Los condones no brindan protección contra infecciones que se contagian por el contacto con llagas en la parte de piel no cubierta por un condón (como la base del pene o el escroto). Aun cuando utilicen otro método anticonceptivo, quienes tienen relaciones sexuales siempre deben utilizar condones si desean protegerse de las enfermedades de transmisión sexual.
Aquí un video instructivo de cómo utilizar un condón correctamente.
Beneficios del Sexo
Cuando se piensa en el sexo, inmediatamente viene a la mente la imagen de una relación sexual en si misma.Seguramente nadie se pregunta si el sexo es algo más que un encuentro físico entre dos personas para darse mutuo placer durante un lapso determinado.
Pero si alguien se pone a pensar como se siente, luego de haber disfrutado de un sexo satisfactorio se dará cuenta que, aún horas después, lo invade una sensación de bienestar físico y mental.
Estará menos dispuesto a la agresividad ya que se sentirá relajado y contento, más propenso al relacionamiento que a la contienda.
Eso es una parte de los beneficios que el sexo le proporciona a nuestro organismo sin que nosotros nos percatemos de ellos.
* Se ha comprobado que los hombres que tienen entre 2 y 3 relaciones sexuales por semana tienen menos riesgos de sufrir un ataque cardíaco en relación con aquellos que las tienen una vez al mes.
Aunque parezca extraño, estos beneficios del sexo, los obtienen con su pareja estable ya que los infieles tienen más riesgos de problemas cardiovasculares debido al estrés que les produce la infidelidad.
* Con el sexo frecuente se reducen los problemas de próstata, aumentan los niveles de testosterona, baja el colesterol.
* Hombres y mujeres que llevan una vida sexual activa tienen la posibilidad de vivir 10 años más que el resto.
* Una sexualidad satisfactoria eleva los niveles de endorfina, sustancia que nos produce bienestar , reduce el estrés y la depresión.
* El sistema inmunitario se fortalece con lo cual quedamos menos propensos a sufrir enfermedades.
* En la práctica del sexo se queman como mínimo 200 calorías lo cual lo convierte en un excelente tratamiento para mantenerse en forma.
* La sexualidad activa previene disfunciones sexuales ya que mejora el apetito sexual, mantiene la elasticidad vaginal en la mujer y las erecciones en el hombre.
* El sexo rejuvenece, hace que las personas se vean más jóvenes y con mejor aspecto físico ya que mantiene los músculos tonificados , la piel queda tersa y resplandeciente y el cabello más sano y brillante.
* Además de todos estos beneficios la buena sexualidad favorece el vínculo entre la pareja debido a la liberación de la oxitocina ( hormona del apego ) durante el orgasmo.
Esta hormona permanece en el organismo un tiempo y luego se va diluyendo.
Con la práctica del sexo en forma frecuente se logra que esté constantemente en la sangre con lo cual el sentimiento de amor y ternura estará siempre presente y esto redunda en parejas mejor consolidadas.